Gestión de configuración

La gestión de configuración es un nombre rimbombante para denominar el conjunto de procedimientos que permiten controlar los cambios realizados sobre un producto. Definido de modo coloquial, permite controlar los cambios que generan las diferentes versiones.

Durante el desarrollo de cualquier producto, no solamente del código de un programa, éste evoluciona mientras se realizan sucesivos cambios en él. Sin ir más lejos, un libro no se escribe entero en un par de horas sino que se prolonga durante un número de sesiones indeterminadas durante las cuales se añade más y más contenido. Esta adición de contenido realmente son cambios sucesivos al documento. Evidentemente, no todos los cambios consisten en adicciones sino que muchas veces se modifican o eliminan partes ya existentes por diversos motivos.

Independientemente del tipo de cambio realizado, los cambios no son siempre definitivos ni correctos. En muchos casos, un cambio introduce un error que es corregido con cambios posteriores pero, en algunos casos, se desearía poder deshacer completamente un cambio erróneo. En estas circunstancias es cuando interviene la gestión de configuración.

Mediante los procesos definidos en la gestión de configuración, es posible trazar los cambios que se han realizado en el tiempo. Al disponer de esta información, es posible identificar y controlar todos y cada uno de los cambios realizados. Asimismo, es posible regenerar sin errores el estado del producto en cualquier momento de su desarrollo, es decir, cualquiera de sus versiones.

La implantación de la gestión de configuración puede parecer complejo en un inicio pero simplifica enormemente el trabajo a corto plazo. Una vez implantado se transforma en una herramienta indispensable de trabajo.

Existen múltiples formas de implementar la gestión de configuración. En un par de prácticas de la carrera se implementa un proceso manual basado en formularios de petición de cambio sobre la línea base (la última versión existente) que se cumplimentaban, evaluaban, implementaban y revisaban. Este procedimiento manual es completamente inútil y ocasiona una gran sobrecarga.

Para implantar la gestión de configuración, lo mejor es utilizar una herramienta que automatice el proceso. El uso de estas herramientas hace que aplicar la gestión de configuración tenga un coste cercano a cero pero proporciona todas las ventajas del proceso.

En el siguiente capítulo de esta serie, se describirán estas herramientas en profundidad antes de describir cómo implantar y utilizar una de ellas.

Este artículo pertenece a la serie
Control de versiones
[ Publicado originalmente el 22 de agosto de 2007 ]